ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Y LA QUÍMICA |
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sección:
ORÍGENES |
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EL FÓSFORO O EL
COMIENZO DEL ESPIONAJE INDUSTRIAL Parece ser que los problemas energéticos no
surgen precisamente con las revoluciones industriales o en el siglo
XX; el hombre siempre quiso poseer todo aquello que produjera energía,
luz o algo por el estilo. Pues bien, el fósforo tiene esa propiedad que originará su nombre,
pero hasta llegar al mismo le ocurrieron numerosas vicisitudes. La primera referencia en la que
posiblemente aparece este elemento es a través de los escritos de Alchid
Bechir, el cual destilando orina con arcilla, cal y carbón, obtiene
un residuo que llama CARBUNCULUS, nombre de la traducción latina
del árabe, efectuada por los filósofos medievales. También aparece con
el nombre de BONA LUNA. Esto ocurría a finales del primer milenio
de la era cristiana. Los latinizados CARBUNCULUS o BONA
LUNA, hacen referencia a un carbón en brasa que ilumina o algo que
luce en la oscuridad. Sin embargo todos estos conocimientos se olvidan
o se pierden en los siglos venideros. Tendrán que transcurrir por lo
menos 600 años hasta que muchos de estos conocimientos medievales árabes
vuelvan a desarrollarse en Europa. No era éste el único compuesto
que brillaba en la oscuridad. El precursor de nuestro fósforo fue el
llamado PHOSPHORUS DE BAUDOIN, sustancia obtenida de forma desconocida
por un oscuro sabio de Saxe, Baudoin. Al parecer con tiza y nitro, evaporando
a sequedad conseguía un residuo higroscópico y al destilarlo, la parte
líquida resultaba un buen remedio para curarlo todo (el llamado espíritu
del mundo), mientras que el residuo lucía en la oscuridad. Juan Kunkel, hijo de un alquimista del duque
de Holstein, pretendió adquirirlo visitando a Baudoin, sin lograr que
le revelara su secreto; ahí nació su interés por buscar la fuente de
la luz. Al fin consiguió tener una muestra que enseñaba orgullosamente
a sus amigos. La historia del CARBUNCULUS vuelve
a comenzar en Hamburgo en 1669. Un médico aficionado a la alquimia,
Heinrich Brand, había leído en una obra traducida
de los alquimistas árabes (Alchid Bechir) que la piedra filosofal, que
todo lo transformaba en oro, era un elemento propio de la orina. Como
la materia prima estaba muy a su alcance, evapora a sequedad orina fuera
del contacto del aire, calentando el residuo a temperatura elevada,
previo tratamiento con cal. Con gran asombro el producto obtenido resplandece
con luz propia en el fondo de la retorta, pero sin ser calentado, era
una luz fría: un fuego frío. Por eso lo llama KALTES FEUER (fuego
frío), en principio. Después, en un arrebato egocéntrico, MEIN FEUER
(mi fuego). )Y qué es de Krafft, su verdadero divulgador? Pues,
después de un recorrido que le
lleva hasta América del Norte,
se va a Inglaterra, presentando "su descubrimiento" en la
corte de Carlos II. Allí lo ve Boyle, que escribió entusiasmado:"...como las chispas sin causar ningún daño
a la alfombra turca en que yacían, continuaron brillando un buen rato".
Intenta la misma experiencia a partir de la orina y lo rebautiza con
el nombre de NOCTILUCA AERIAL, pues la noctiluca es un protozoo
que emite luz al ser estimulado, pero su habitat es el mar. Boyle será el primero en divulgar la preparación del
fósforo en forma de solución o suspensión acuosa en su "The Aerial
Noctiluca" de 1680 y en forma sólida en "The ICY NOCTILUCA@. Su ayudante Ambrosio Godfrey
Hanckewitz decide montar una fábrica a partir
de la orina, consiguiendo suministrárselo a toda Europa durante varios
años. Sin embargo Godfrey mantuvo durante 50 años el secreto de su preparación
y solamente en 1735, ya octogenario, la reveló a J.H.Lampe, médico de
la corte inglesa. A pesar de todo, el propio Godfrey creía que el fósforo
era un jabón orináceo; pretendía haber obtenido un fósforo diferente
del de Brand, Kunkel y Krafft , que era "untuoso y opaco",
mientras que el suyo era "duro, transparente y glacial".
Al enterarse de la existencia de una sustancia luminicente, el
alquimista de cámara del Gran Elector de Brandenburgo, nuestro conocido
Kunkel, intenta apoderarse de la misma
por cualquier método, incluso acude a un intermediario amigo suyo de
Dresde, un tal Krafft, el cual, previo pago de 200 talers
debería hacerse con el secreto de la fórmula. La operación no llega
a realizarse porque Kunkel se entera antes que Brand la había obtenido de la orina. Repite la experiencia
y la consigue gratuitamente, cosa que también hace Krafft, quien el
24 de abril de 1676, a las nueve de la noche y con todas las velas apagadas,
la presenta como algo suyo, en la corte del Gran Elector Federico Guillermo,
con el nombre de FUEGO PERPETUO. Allí, un espectador de excepción,
el médico de la corte, Elsholz, lo bautiza
por sus características especiales como PHOSPHORUS, derivado
del griego PHOS (näς), luz y de PHERO
(nέρω), llevar. O
sea que sería portador de luz. De ese nombre derivan todos los usados
en Europa. Este nombre originará la denominación inglesa,
así como el francés PHOSPHORE, el danés y alemán PHOSPHOR,,
el griego PHOSPHOROS, el italiano FOSFORO, el español
FÓSFORO, el euskera FOSFOROA, el holandés, polaco y serbocroata FOSFOR, el galés FFOSFFORWS entre
otros. La idea del fósforo como el de
una piedra que produce luz que ilumina en la oscuridad, es tomada
por los japoneses, que lo representan por dos ideogramas; el
de roca, y el de fuego fatuo, ilusión luminosa, todo ello con el nombre
de LING: ese mismo nombre lo identifica
en chino. Uno de los problemas que presenta
el fósforo y que propaga interesadamente Krafft, es su peligrosidad por el carácter
inflamable que tenía. Curiosamente, los rumanos lo toman como piedra
que produce fuego, y le aplican el nombre árabe dado al azufre: CHIBRIT. No terminan ahí los problemas del fósforo.
Kunkel despechado por el éxito de Krafft, escribe un libro en 1678, en
el que se atribuye la paternidad del descubrimiento. He aquí una frase
extraída del mismo:"... sobre
esta luz prodigiosa descubierta por mi con
increíble desazón y esfuerzo...". Este autoelogio, le vale
una pensión vitalicia del duque de Hannover, así como el título de barón
de Loewenstein, que le concede el rey Carlos XI de Suecia, a cuyo servicio
había pasado. Ya tenemos al fósforo convertido en la atención
de las cortes y gobiernos europeos a finales del XVII. No sólo van a
sentir curiosidad por él los
gobiernos, médicos y químicos, hasta el filósofo y matemático Leibniz
que había asistido a unas conferencias de Brand
en la corte del duque Juan Federico de Hannover,
lo va a preparar en gran escala, con la colaboración "urinaria"
de toda la guarnición de Hannover. No fue considerado un elemento
químico hasta 1772, sino una sustancia que transportaba luz, descubierta
por Brand, Krafft y Kunkel, por eso el símbolo del mismo, propuesto y usado por Dalton
en 1810, era un círculo dividido en 3 segmentos
iguales significando la participación de los 3 descubridores y primeros
divulgadores. )Por qué Brand obtiene fósforo de la orina? La respuesta la da primeramente
a mediados del siglo XVIII, Marggrafe: "Un alquimista diría que la
sustancia sería engendrada por el cuerpo del hombre, pero así como los
vegetales nos sirven de alimento, parece lógico que en ellos esté el
origen del fósforo de nuestro cuerpo". Realmente, el fósforo desempeña
un papel fundamental en el hombre no solamente por formar su estructura
ósea [Ca3(PO4)2], sino también a través
de los enlaces P-O, de los ortofosfatos, difosfatos y trifosfatos, cuyas
respectivas interconversiones e hidrólisis, almacenan, absorben o liberan
la energía intercambiada en las reacciones químicas de nuestro organismo.
Esta diferencia energética se debe fundamentalmente a la diferente estabilidad
de las estructuras citadas, ya sea por resonancia, ya
por repulsiones electrónicas de los enlaces π pd, establecidos
entre el fósforo y el oxígeno. Igualmente podríamos decir de sus sales
alcalinas (NaH2PO4) que regulan el pH sanguíneo
hasta un valor de 7,4. Si se modificara hasta valores por debajo de
7, moriríamos. Por eso lo liberamos en forma de sales alcalinas y alcalinotérreas
del ácido ortofosfórico (H3PO4), a través de la
orina. Si ésta fuera alcalina, precipitarían las sales alcalinotérreas
y se podría obtener directamente por desecación, esto fue lo que realizó
Brand, al tratarla con cal (CaO). La receta química "mejor guardada
del siglo XVII", o método de Kunkel para obtener fósforo, estaba constituida por
las siguientes reacciones o procesos:
a) Una descomposición térmica y desecación: Na (NH4)2PO4
+ Q = NaPO3 + 2NH3 + H2O
b) Una doble sustitución, a través de
la arena (sílice): 2NaPO3
+ SiO2 = Na2SiO3 + P2O5
c) Una reducción con carbón, del fósforo (V): P2O5
+ 5C =
P2 + 5CO )Por qué el fósforo produce luz? La luminiscencia del fósforo fue
estudiada por primera vez por Boyle, en 1680, que ya reparó que sólo
se producía en presencia del aire. También observó que el aire olía
después de cierto tiempo de exposición del fósforo. Esos hechos y otros
muchos no mencionados, así como el análisis espectroscópico de los gases
producidos, han permitido determinar el origen de la luminosidad y las
reacciones químicas que la generan. La molécula tetraédrica de P4
se oxida espontáneamente con el oxígeno de aire, formando diferentes
óxidos de fósforo PO, PO2, P2O4, P2O5,
cuya excitación molecular produce la reemisión energética responsable
de la fosforescencia. Debido a la formación de distintos estados energéticos
intermedios metaestables, al aparecer formas moleculares diversas, esta
reemisión energética se produce cierto tiempo después de la excitación,
lo que caracteriza la fosforescencia, diferenciándola de la fluorescencia.
En una de estas reacciones se producirá oxígeno atómico que al combinarse
con el molecular formará ozono responsable del olor característico notado
por Boyle. Esta tendencia a que un sólido
como el fósforo, cuyas moléculas están unidas por fuerzas débiles de
Van der Waals , produzca compuestos volátiles
que se combinan con el oxígeno de forma violenta con liberación energética
hasta formar llamas, es el origen de los fuegos fatuos o misteriosos
que a veces se observan en los terrenos pantanosos y húmedos; generalmente
producidos al inflamarse la fosfina (PH3) que se forma en la putrefacción
de las proteínas y reducción bacteriana de los fosfatos de los suelo. |
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