ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Y LA QUÍMICA
¿Es posible el descubrimiento de
nuevos metales?
La clave de la aparición de nuevos elementos
estriba en tres puntos, la estabilidad nuclear,
la mayor sensibilidad de los aparatos de detección y la creación de
aceleradores más poderosos.
La estabilidad nuclear se puede medir energéticamente a través del modelo de la gota líquida para los núcleos atómicos. Efectivamente hay dos energías básicas, la electrostática que depende de la carga nuclear elevada al cuadrado (Z2), o sea del número de protones, y la debida a la tensión superficial que depende de la superficie, que aumentará cuando los núcleos sean mayores. Como la densidad nuclear se mantiene constante, las energías se pueden relacionar a través del radio (núcleos esféricos) con su masa atómica A, esto es con el número de protones y neutrones. Por todo ello, la energía electrostática aumenta mucho más rápidamente con Z y así, los núcleos ligeros tendrán tendencia a fusionarse, mientras que en los pesados (Z>) cualquier deformación que separe las cargas disminuirá su energía electrostática, fisionándose en núcleos más pequeños. Basándose en todas esas interacciones, el físico alemán Weisäcker estableció en 1935, una fórmula que nos daba la energía de enlace nuclear por nucleón, cuya descripción gráfica tiene una fácil lectura; cuanto mayor sea la energía de enlace, más estable es el núcleo.
En ella se puede apreciar la zona
de fusión, a la izquierda (A<20), y la posible de fisión en su extremo
derecha. En la primera, los núcleos con menos energía se fisionarán para
producir los de mayor (He, C, O), mientras que en la segunda, núcleos con
Z>y A>, y poca energía se fisionarán para producir otros más pequeños,
tales como Br y La, de mayor; para
ello deberán sobrepasar la barrera de fisión que en el 238U,
es de unos 6 MeV. La liberación de esta energía es el origen de la energía
nuclear en los procesos de fusión
y de fisión.
Cuando un núcleo se encuentra más
allá de la zona de estabilidad, puede descomponerse a través de dos procesos:
por una desintegración alfa, o por una fisión espontánea. Vamos a estudiar
cuando ocurre cada caso.
Como podemos apreciar en la gráfica
anterior, la partícula α (2n+2p), o núcleo de 4He2,
tiene una gran estabilidad, y por ello los núcleos pesados se estabilizan
emitiéndola. La desintegración α es dominante para Z>83, lo que ocurre en tanto la relación Z2/A,
no sea excesivamente grande. Si esta relación es mayor de 37 (Z>92),
cabe esperar que se produzca una fisión espontánea con un período de semidesintegración
de 1010 años; prácticamente inapreciable, pero al acercarse a
42, los núcleos entran en la zona de fisión, y sólo un pequeño aporte de
energía (la que podría proporcionarle un neutrón que se quede en el núcleo
de uranio 235), producirá su fisión. Los productos de fisión deberán ser
más estables, y estarán en la gráfica
de Weisäcker
, a la altura del A=60. Al
acercarse la relación a 50, la fisión
ya se hace espontánea, por eso el período de vida de estos elementos es
tan pequeño
[1]
.
Desde 1947, se sabe que existen
unas composiciones nucleares más estables que las demás, correspondiendo
a posibles niveles nucleares completos. Independientemente, María Geoppert
en Chicago y Hans Jensen
en Heidelberg
[2]
, definieron
la existencia de unos números de neutrones y protones (que llamaron
números mágicos)
[3]
, tales que el núcleo que los tuviera en su composición
era excepcionalmente estable. Estos números eran 2, 8, 20, 50, 82, 126,
justificándose a través de la teoría de capas nucleares,
propuesta por Bartlett
, en 1932, complementada más tarde, por Aage Bohr
[4]
, que le dio el Nobel de Física de 1977; era
hijo de Niels, que lo había obtenido en 1922. Sin embargo a partir
de determinados valores no tenían por que coincidir el número de protones
y neutrones, debiendo ser éste mucho mayor, y hubo que modificar los superiores.
En el plomo 208, excepcionalmente estable el número de protones era 82,
mientras que tenía 126 neutrones. Esta modificación trajo consigo la aparición
de otros números mágicos, los de 114 y 164 protones.
Por lo tanto, se puede realizar
un mapa de las diferentes regiones y estabilidades nucleares; una extensión
de la carta de Segré, que Swiatecki
llamó mapa de la estabilidad, en el cual en coordenadas
n/p se aprecian las posibles zonas de elementos estables; emergiendo del
mar de la inestabilidad como una península mágica que se prolongaría a partir
del plomo 82, y surgiendo de dicho mar como escollos, o volcanes sumergidos,
alguna isla.
El último elemento estable, el
finisterre del continente estable, es el plomo, debido precisamente a su
estructura en capas completas, este hecho incrementa su energía de enlace
nuclear en 11MeV. Después, el primer elemento superpesado estabilizado ligeramente
por las capas, es el 107. La barrera de fisión disminuye desde el uranio
al fermio (Z=100), de tal forma que a partir del elemento 100, es tan pequeña
que la fisión sería espontánea, lo cual hará que la vida media de sus isótopos
sea muy pequeña. Ninguno de los elementos entre el 107 y 109, sufre fisión espontánea, debido precisamente
a la estabilidad de las capas, aunque por otra parte ésta disminuya al aumentar
la masa. Por eso, las vidas medias que se suponía deberían decrecer exponencialmente al aumentar una unidad en el
número atómico (cada unidad es como si se dividiera entre 10, el tiempo
de vida del isótopo más estable), llega un momento que por compensación,
se regularizan.
Las correcciones por la estabilidad de la capa pueden ser tan grandes
que la vida media de los elementos 106 al 108, aumenta excepcionalmente.
Los elementos a partir del 104, que ya casi no sufren fisión espontánea,
se estabilizan por emisión α, lo cual es una consecuencia de la estabilidad
de las capas. Si tenemos en cuenta todas estas correcciones, se prevé una
región relativamente estable, lo que Seaborg
llamó “isla de la estabilidad”
, entre los elementos 110 y 126,
englobando a unos posibles 300 isótopos, con barreras de fisión que impiden
la fisión espontánea, y con la estabilidad debida a la capa completa, que
tendría sus máximos en los elementos 114 y 115,
(siempre con más de 166 neutro-nes). Además estos núcleos se presentan como esféricos, lo cual
les confiere también estabilidad.
El estudio de las estabilidades
nucleares predice que éstas serían más acusadas en los elementos de número
atómico 50 (Sn), 82 (Pb), 114 (sería un EKA PLOMO) y 164 (sería un
DWI PLOMO). Incluso el EKA
PLATINO, 110, debería ser ligeramente
más estable, y efectivamente la vida media de algunos de sus isótopos
es mayor de lo esperado. Seaborg
ha determinado las islas de estabilidad situadas
en coordenadas específi-cas protón/neutrón,
de la gráfica expuesta. De todas estas posibles islas, sólo los 113 y 114 dejarían de ser TRANSLAURENCIOS puros, para convertirse en elementos p.
Ya han sido estudiadas por Seaborg
y Keller las propiedades teóricas no sólo del
114, sino incluso del 113 (EKA TALIO)
y 115 (EKA BISMUTO).
Siguiendo las periodicidades
de la ley de Mendeléev, serían para los elementos 113 y 114, todavía desconocidos
las siguientes:
PROPIEDADES |
EKA TALIO (Z=113) |
EKA PLOMO (Z=114) |
Masa atómica
del isótopo más estable Estado de oxidación
más estable 10 Energía de
ionización (V) Radio metálico Densidad (g/cm3) Punto de fusión Punto de ebullición |
297 1+ 7,4 1,75D 16 4301C 11001C |
298 2+ 8,5 1,85D 14 701C 1501C |
A todo esto se había producido
un cambio en la técnica de síntesis
de nuevos elementos, que coincide con la puesta en marcha de dos nuevos
centros de investigación, el de Darmstadt, con su acelerador UNILAC (acelerador
lineal universal) en Alemania y otro en Estados Unidos, en Oak Ridge. Es
evidente que los núcleos al recibir partículas con gran energía, la disipan
girando a gran velocidad; este giro, según el modelo nuclear de la gota
líquida, modifica la forma del elipsoide, hasta formar un cuello que permite
llegar a fisionarse, no logrando el propósito de obtener un núcleo más pesado.
Sin embargo si se parte de núcleos muy estables y esféricos como blancos y se les bombardea con iones pesados más o menos
estables, la pérdida de estabilidad absorbe tal cantidad de energía que
enfría el proceso, lo que impide la excitación y por lo tanto, una ulterior
fisión; es una fusión fría. Esta idea propuesta por Yuri Oganessian, de
Dubna, va a emplear blancos mucho más ligeros y estables, como el plomo
o el bismuto, y proyectiles más pesados, como los iones cromo, manganeso
y hierro. Así mismo se elabora un acuerdo por el cual no se bautizará a
ningún nuevo elemento que se descubra. Su número atómico y su masa, será
su única identificación.
Sin embargo había otro problema;
la identificación. En los procesos empleados, ya sea de fusión fría, ya
de fusión y evaporación, se producen una serie de isótopos con una vida
muy pequeña, apenas apreciable que había que separar para identificar, y
había que emplear espectrógrafos especiales. En Dubna se sigue el método
de estudiar las huellas de los procesos sucesivos de desintegración de cada
elemento reconstruyendo la cadena marcha atrás hasta alcanzar el original,
combinado con lo que llamaron termocromatografía gaseosa, que puso en marcha
el profesor checo Zvara, mientras que en Darmstadt, Münzenberg crea el SHIP,
separador de productos de iones pesados, basado en un selector de velocidades
de retroceso de los productos de la colisión. Este procedimiento es capaz
de detectar isótopos con vidas del orden del microsegundo.
¿Cómo alcanzar la isla de la estabilidad
?
Lo más lógico sería seguir empleando
el procedimiento de fusión fría
y usando los mismos blancos que para los elementos
anteriores pero con proyectiles más pesados, con la idea de que el exceso
de neutrones liberados, enfriase el núcleo formado
[5]
. El proyectil más empleado era el milagroso
48Ca20, muy rico en neutrones, característico de la
escuela rusa.
La fusión fría
había cumplido su objetivo, hasta el elemento
111. En 1979, Schmidt
, demostró que los núcleos pesados esféricos por estabilidad de
capas, se podían destruir con energías
del orden de 15MeV, mucho antes que los deformados, que aguantaban hasta
30 y 40 MeV. Con esta idea se cambiaron los sistemas; no era bueno
partir del Plomo o del Bismuto como
blancos. La reacción teóricamente más
adecuada era la que tenía lugar entre Curio248 y Ca40. Una combinación tan
asimétrica tenía el inconveniente de producir un gran calentamiento y pérdidas
elevadas de energía. Por otra parte, la energía necesaria para el impulso
era tan grande que los núcleos excitados, se rompían antes de formarse;
la isla de la estabilidad
era mucho más pequeña de lo previsto, y en la
práctica aunque en Dubna se consiguiera el elemento 110, a partir de Pu244,
el hecho real es que los últimos, el 111 y el 112, aislados en Darmstadt,
se lograron con blancos de Pb 208.
Los tres equipos que se reparten
las investigaciones sobre los nuevos metales, que inicialmente siguen técnicas
distintas, son el de Darmstadt, que ganaba por puntos, dado que había descubierto
los últimos elementos. Así, el equipo de Armbruster, Münzenberg y Hofmann, trabajando en el GSI (instituto
para la investigación de iones pesados), en noviembre y diciembre de 1994, logra
detectar los elementos 110 y 111. Lo consiguen, bombardeando al estilo Dubna,
blancos de plomo o de bismuto con proyectiles de níquel acelerados por el
UNILAC, así:
208Pb82 + 62Ni28
= 269Uun110 + 1(1n0) y
208Pb82 +
64Ni28 = 271Uun110 + 1(1n0)
En el primer caso, detectan un
átomo del isótopo 269, y en el segundo nueve del 271, siempre de ununnilio
(110)
[6]
. En un experimento adicional, detectan 3 átomos del elemento
111 en una fusión fría estable entre el bismuto 209 y el níquel 64, así:
209Bi83 + 64Ni28
= 272Uuu111 + 1(1n0)
Estos isótopos presentan una vida
media de 0,17ms, en el caso del 110, y 1,5 ms para el 111, con emisión alfa
de gran energía. El unununio (111), se desintegra en Meitnerio 268, emitiendo
partículas alfa. Son muy pocos los
núcleos detectados del elemento unilunio, incluso en 2002, solo se consiguieron
3.
En Dubna, 8 años antes de había
intentado obtener el elemento 110, en una fusión fría, bombardeando Bi209,
con Co59, sin conseguir detectarlo. En mayo de 1994, el equipo
norteamericano de Ghiorso,
en Berkeley detecta un átomo del elemento 110, cuando
bombardea bismuto con cobalto, según la reacción:
209Bi83
+ 60Co27 = 267Uun110 + 3(1n0)
Pero
este descubrimiento no fue atribuido a dicho equipo.
Los procesos de obtención del Uun
por fusión fría se pueden resumir se en
la tabla:
Blanco |
Proyectil |
Productos |
|
208Pb82 |
62Ni28 |
269Uun110 |
1n0 |
208Pb82 |
64Ni28 |
271Uun110 |
1n0 |
El equipo ruso que “juega en Dubna”, Popeko y Yeremin en colaboración
con los físicos del Lawrence Livermore National Laboratory de Estados Unidos,
también logran producir el elemento 110 a través de un proceso de fusión en caliente con evaporación:
244Pu94 + 32S16
= 273Uun110 + 3(1n0)
Como se observa el sistema el distinto.
Vamos a resumir los procesos de obtención de este elemento por fusión en
caliente con evaporación, alguno de los cuales no permitieron la captura
e identificación de dicho elemento
Blanco |
Proyectil |
Productos |
|
244Pu94 |
36S16 |
278Uun110 |
2(1n0) |
244Pu94 |
32S16 |
273Uun110 |
3(1n0) |
232Th90 |
48Ca20 |
280Uun110 |
Fallan al no producirse neu-trones
que enfríen el sistema |
238U92 |
40Ar18 |
278Uun110 |
|
248Cm96 |
30Si14 |
278Uun110 |
|
249Cf98 |
26Mg12 |
275Uun110 |
Actualmente se ha obtenido directamente
este elemento a través de estos dos procesos
Blanco |
Proyectil |
Productos |
|
|
207Pb82 |
64Ni28 |
270Ds110 |
1n0 |
En el GSI(Darmstadt) |
238U92 |
40Ar18 |
274Ds110 |
4(1n0) |
En el HIRFL
de Lanzhou(China) |
Los procesos desarrollados con
el sistema de fusión fría, se señalan
en la tabla:
Blanco |
Proyectil |
Productos |
|
208Pb82 |
65Cu29 |
273Uuu111 |
|
209Bi83 |
64Ni28 |
273Uuu111 |
|
209Bi83 |
70Zn30 |
274Rg111 |
5(1n0)
(en 2004) |
También se intentó obtener posteriormente por fusión caliente con evaporación,
según los procesos indicados en la tabla, sin éxito.
Blanco |
Proyectil |
Productos |
fecha |
|
244Pu94 |
37Cl17 |
281Uuu111 |
Reacción sin éxito. No se producen neutro-nes que
enfríen la reacción |
|
231Pa91 |
48Ca20 |
279Uuu111 |
||
232Th90 |
45Sc20 |
277Uuu111 |
||
238U92 |
41K19 |
280Uuu111 |
||
248Cm96 |
31P15 |
279Uuu111 |
||
249Cf98 |
27Al13 |
276Uuu111 |
||
Posteriormente
se obtuvo en la cadena de desintegración de elementos de mayor masa atómica,
formados por fusión en caliente. |
||||
El nueve de febrero de 1996, y a las 22,37h, Hofmann, Ninov y Hesberger, del GSI, consigue el elemento 112 (uununbio),
bombardeando blancos de plomo con proyectiles de cinc con energías de hasta
343, 8MeV, según el siguiente proceso:
208Pb82 + 70Zn30
= 277Uub112 + 1(1n0)
El futuro se empieza a hacer presente
a partir de la primavera del 1998,
cuando en Dubna, bajo la dirección de Yuri Oganessian, se sustituye el Zn
empleado como proyectil en la fusión del elemento 112 por el 48Ca
y el blanco de Plomo por el 238U, obteniéndose el isótopo de
número másico 283 del elemento 112, con la especial característica que su
vida media era trescientas mil veces mayor que la del isótopo 277 sintetizado
por Hoffman
en Darmstadt. La clave había sido conseguir una
“evaporación neutrónica” que enfriaba el proceso, consiguiendo estabilizarlo.
Se había conseguida una buena sección eficaz de captura y ello aumentaba
la rentabilidad del proceso y se estaba alcanzando la isla de la estabilidad,
a través del mar de la inestabilidad.
Los procesos de fusión en caliente que dieron lugar a este elemento fueron los siguientes:
Blanco |
Proyectil |
Productos |
fecha |
|
238U92 |
48Ca20 |
283Uub112 |
3(1n0) |
1998 |
244Pu93 |
48Ca20 |
285Uub112 |
3(1n0) |
1999 |
244Pu93 |
48Ca20 |
284Uub112 |
4(1n0) |
2002 |
238U92 |
48Ca20 |
282Uub112 |
4(1n0) |
2004 |
Sin embargo aunque atribuido al
GSI, por la IUPAC, no fue homologado completamente hasta el 19 de febrero
de 2010, 537 aniversario del nacimiento de Copérnico, con nombre Copernicio
y símbolo Cn. El por qué es bien sencillo. Hofmann, el director del equipo
alemán, había propuesto varios nombres basados en Copérnico: “Copernicum”,
“Coperium”, “Kopernikium”, “Copernicium”, siguiendo las normas de la IUPAC,
del sufijo ium. Así el 14 de julio de 2009, la IUPAC, homologa el Copernicium,
con símbolo Cp. Pero el problema surge en los textos, por que Cp, era el
símbolo atribuido al Casiopeo o Lutecio, y también usado en química orgánica
para abreviar el ciclopentadieno. Por eso hubo que cambiar el símbolo a
Cn, y sólo fue homologado más tarde.
[1]
Sólo el uranio
y el torio
, se encuentran en la Tierra porque su período
de semidesintegración es comparable a la edad del planeta. En México se
encontraron rastros de Plutonio
, pero pudo ser
a través de un transporte accidental.
[2]
Habían nacido
el mismo día y el mismo año, cuando se enteraron, se hicieron muy amigos.
[3]
Por ese motivo recibieron
el Nóbel de Física, siendo María la segunda mujer en recibirlo.
[4]
La dinastía científica de los
Bohr
, comienza con el padre de Niels,
Cristian famoso médico y fisiólogo, cuyo nombre se recuerda a través de
Efecto Bohr, que estudia el papel de la acidez del medio en la afinidad
de la hemoglobina por el oxígeno. Aage nace el mismo año que le concedieron
el Nobel a Niels, pero mientras aquél conservó la medalla conmemorativa,
éste la disolvió en ácido, desengañado con la política y los políticos.
[5]
Estos neutrones rápidos que se producen en dichas reacciones,
son el cáncer de todas las centrales nucleares, pues se introducen en
las estructuras metálicas, los materiales se ahuecan y se hinchan, y las
aleaciones se vuelven frágiles y pierden toda su resistencia mecánica.
[6] Un=1, un=1, nil=0, terminación ium, por composición (110) hace ununnilium , que es castellano sería ununnilio.