ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Y LA QUÍMICA
LOS EKA Y DVI METALES DEL SIGLO
XIX (II) : El origen del nombre del Germanio. Otros Eka y Dvi
Mendeléev, había supuesto que el eka silicium, sería encontrado en
los minerales que contuvieran titanio y circonio. Sin embargo no fue así.
En el 85, se había descubierto un mineral en una mina de Friburgo, que recibió
el nombre de argirodita, por su contenido en plata. El alemán Winkler, lo
analiza y junto a los porcentajes mayoritarios de plata, y una pequeña proporción
de azufre, y óxidos de hierro y cinc, se perdía nada menos que un 7% de
materia; tenía que deberse a un elemento desconocido.
Comienza a trabajar en su aislamiento,
consigue obtener su sulfuro, en forma de escamas blancas. Lo disuelve en
hidróxido amónico, lo vuelve a precipitar con exceso de ácido clorhídrico,
encontrándose con que el sulfuro del elemento en cuestión era insoluble
en ácidos concentrados, y soluble en agua y ácidos diluidos. Somete el sulfuro
a corriente de hidrógeno y obtiene el elemento. Lo piensa bautizar como
NEPTUNIUM, con símbolo Np, ya que era el nombre previsto el año anterior,
pero que desechó pues ya se había empleado en un elemento descubierto por
Hermann en 1876, dentro de los elementos parecidos al niobio y tantalio
que se encontraron entre sus impurezas
[1]
. Por fin el 6 de febrero de 1886, envía el comunicado
a la Sociedad Química alemana, nombrándolo GERMANIUM. Días después
expide un comunicado a la Sociedad Química rusa, con el siguiente texto:
"El abajo firmante, tiene
el honor de informar a la Sociedad Físico Química rusa que encontró en la argirodita un nuevo elemento
NO METÁLICO, próximo por sus propiedades al ARSÉNICO y al ANTIMONIO, el
cual fue denominado GERMANIUM. La argirodita es el nuevo mineral descubierto
por Welsbach en Friburgo, el cual consiste en plata, azufre y germanio".
Quiere decir que no creía que fuera
un eka silicio
[2]
, y tampoco Mendeléev
[3]
, para el que las fuentes naturales donde se encontró
no coincidían con las que suponía. Realmente no todas las propiedades predichas
por Mendeléev se cumplían en los elementos encontrados. Así por ejemplo
la capacidad del GERMANIO para fundirse y volatilizarse era muy diferente
a las que se preveían para el EKA SILICIUM. Serían los químicos alemanes
Richter y Lothar Meyer, los que demostrarán, meses más tarde que el GERMANIUM
era el EKA SILICIUM
[4]
, permaneciendo aquél nombre, que producirá
el GERMANIO español, y el símbolo Ge. En japonés, el germanio tiene
un nombre muy curioso: JIH CHI TE, que quiere decir Japón y Alemania.
Como podemos apreciar los tres
elementos descubiertos, incluso podríamos decir cuatro, tienen nombres geográficos
latinos antiguos de los países de sus respectivos descubridores: GALIA,
ESCANDIA, GERMANIA.
Animado por el éxito inicial de
sus primeras predicciones y aprovechando la invitación de la Sociedad Química
de Londres, a las Lecturas Faraday de 1889, lanza Mendeléev allí otras,
surgiendo los EKA CESIUM (Ec), EKA TANTALIUM (Et), EKA
IODINE (Ei) y DVI TELLURIUM (Dt). Éste debería presentar un peso
atómico de 212, y formar un óxido de fórmula DtO3. El elemento
tendría que ser un metal no volátil de color gris, aunque fácilmente fusible,
con una densidad de 9,3g/cc, capaz de dar DtO2. Su hidruro sería
mucho menos estable que el de Tellurium, sus compuestos serían fácilmente
reducidos, y podrían producir aleaciones características con otros metales.
No tuvo tanta suerte con la segunda
predicción, pues como veremos sólo acertó parcialmente en el caso del DVI
TELLURIUM cuyas características de peso atómico aproximado (212), valencia,
volatilidad, fusibilidad, densidad, color y propiedades ácido base previstas,
van a coincidir con las del POLONIO (Po), descubierto en julio del
1898 por María Sklodowska de Curie.
Sin embargo según la posición y la masa debería ser un EKA TELLURIUM
y no un DVI TELLURIUM. Naturalmente
en su clasificación periódica en función de la masa atómica, Mendeléev no
podía prever la aparición de los elementos de transición interna. Este fallo
motivará la no coincidencia de las demás previsiones.
Dado que los elementos se ordenaban
por familias en las que el comportamiento químico, que dependía de la estructura
electrónica era similar, los elementos del mismo grupo deberían presentar
la misma distribución electrónica externa. Los electrones se disponían en
los orbitales siguiendo el Principio de Exclusión de Pauli, y las reglas
de Hund, en orden creciente de energía. Esta energía según las normativas
de Madelung (1936), explicadas por Klechkovskii (1962), por aplicación de
la estadística de Fermi Dirac, depende de la suma de los números cuánticos
n y l. Por lo tanto después del bario (Z=56), quinto metal del grupo 2A,
y por lo tanto con 2 electrones en el orbital 6s (n=6, l=0), con suma (n+l)=6,
debería ser ocupado el orbital de suma 7, esto es con n=4, l=3, o sea el
4f. Sin embargo para el número atómico 57 tiene más energía que el (n+l,
7, 5+2), por eso aunque el elemento 57 sea un 5d1, y por lo tanto
se comporte como un elemento del grupo 3B, en este caso un EKA ITRIO, el
siguiente (Z=58) y los elementos sucesivos, cubren el orbital 4f, conservándose
la estructura 6s25d14fn, situación impensable
en la época de Mendeléev. Ahora bien según las leyes espectroscópicas el
electrón en d, saltará fácilmente al f, a fin de estabilizarlo en función
de un mayor número de electrones f desaparejados. Puesto que el orbital
f semilleno y completo adquiere una especial estabilidad, no es de extrañar
que las disposiciones electrónicas en 5d14fn pasen
fácilmente a 5d04fn+1 como se verá más tarde a la
hora de justificar la semejanza de su comportamiento.
[1]
Como veremos más tarde Hermann, entre los años 1846
y 1876, investiga en las columbitas una serie de elementos químicos entre los que
encuentra el ILMENIO y el NEPTUNIO, que
más tarde no serían tales, sino niobio y tantalio impuros.
[2]
En carta dirigida a Mendeléev, de 26/02/86, declaraba:
"Principalmente yo soy de la opinión que ese elemento llena el
espacio entre el antimonio y el bismuto en su sistema periódico tan admirablemente
construido, y que el elemento coincide con su eka antimonium".
[3]
Precisamente, Mendeléev, el
26/02/86, conocido el trabajo de Winkler, publicó una relación de propiedades
que cabría esperar de un eka antimonium, las cuales no coincidían con
las explicadas por aquél. Es más, creyó que por la solubilidad de su cloruro
en agua y el color blanco del sulfuro, debería tratarse de un eka cadmium,
que ocuparía un hueco entre el Cd y el Hg.
[4] El 2/05/1886, telegrafió Mendeléev a Winkler reconociendo la identidad de ambos elementos.