ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Y LA QUÍMICA
EL CALCIO, UN 
      NOMBRE MUY ANTIGUO 
El año siguiente al del descubrimiento 
      del SODIO, lo va a emplear Davy en perfeccionar el método aplicándolo 
      a dos nuevas sustancias: la CAL  que hasta aquel entonces habían sido considerada 
      sustancia simple 
      
      [1] 
      
      . Dado que empleaba una electrólisis ígnea 
      
      [2] 
      
      , el primer problema que se le planteó era fundir 
      la cal, que lo hacía a una temperatura superior a la sosa y potasa. Por 
      eso para rebajar el punto de fusión, decidió mezclarla con potasa, cubriendo 
      la mezcla alcalina con nafta para prevenir posibles oxidaciones, pasando 
      a través de ella la coriente eléctrica, sin conseguir más que una purificación 
      de la potasa. Visto este fracaso mezcló la cal con óxido de mercurio, repitiendo 
      la operación sin éxito. Por fin, efectúa la electrólisis de la cal empleando 
      un cátodo de mercurio con lo que obtuvo una amalgama, que por calefacción 
      produjo el metal. Lo denomina por salir de la CAL, CALCIUM 
      
      [3] 
      
      . Este descubrimiento es comunicado a la 
      Royal Society, el 30 de junio de 1808, y el 10 de julio a Berzelius y Pontiu 
      que trabajaban en lo mismo 
      
      [4] 
      
      , por eso algunos autores  
      lo atribuyen  a Berzelius con 
      cierta justicia, ya que el procedimiento empleado por Davy le fue comunicado 
      por aquél, que ya en el mes de mayo había descompuesto la cal mezclándola 
      con mercurio y sometiéndola a electrólisis.
El nombre de la CAL, progenitora 
      del CALCIUM es muy antiguo; procede en primera instancia del latín 
      CALX-CALCIS, y éste del griego KALIX, en el sentido de piedra, 
      guijarro. Es curioso que este nombre de origen mediterráneo vaya a influir 
      en todos los idiomas europeos introduciendo la misma raíz. Así en germánico 
      va a ser KALCH y KALK, en celta CALC, en británico 
      CALCH, en francés CHAUX, en italiano CALCE, en euskera 
      KARE, e incluso en serbio KLAKI y en árabe KILS. Sin 
      embargo, en polaco y serbocroata, la cal se denomina WAPNO, lo cual 
      determinará el nombre del elemento en esas lenguas. Así en polaco será WAP¼, y en checoslovaco VÁPNÍK, 
      mientras que en serbocroata y en ruso es KALCIJ. En chino y japonés 
      es el fonético KAI,  con el 
      antecedente de piedra. En árabe existe otra palabra muy antigua para denominar 
      la cal, NORA  o NURA. 
No olvidemos que la cal era usada 
      por los pueblos mesopotámicos hace más  de 
      treinta siglos. Los egipcios no la conocieron como tal, aunque la emplearon 
      en el estuco a base de yeso muy abundante en Egipto y un poco de cal. Los 
      análisis de los colorantes blancos hallados en la tumba de Tutankamon, dieron 
      en su composición, cal. Igualmente apareció la CAL  en la composición de los vidrios egipcios de 
      la XVIII dinastía. En la biblioteca de ladrillos cuneiformes de Asurbanipal, 
      en Nínive, datada del 668 al 626 a.C., aparece mencionada la CAL  entre las sustancias conocidas. También lo era 
      del pueblo hebreo. Ya en el Génesis, en el episodio que relata la construcción 
      de la torre de Babel (XI, 3), se menciona precisamente el hecho de que los 
      ladrillos que tuvieron que hacer por no existir piedra en la zona, los  unieron con betún en vez de argamasa, y a base 
      de cal y arena. Por lo tanto parece lógico que pueda existir una denominación 
      de la cal de origen mesopotámico diferente de la que griegos y romanos dieron 
      a Europa.
Los romanos emplearon continuamente 
      la cal en sus construcciones. Incluso en aquellas zonas en las que la estructura 
      geológica lo impedía, excavaron grandes cuevas a fin de conseguir creta 
      (carbonato cálcico), a partir de la cual la obtuvieron. Estas grandes cuevas 
      artificiales surgidas en territorio galo fueron el origen de las cavas donde 
      se envejecieron y envejecen los famosos vinos franceses, aunque en contrapartida 
      produjeron notable deforestación, a fin de conseguir combustible para calentar 
      el carbonato cálcico que por calcinación diera la cal.
LO EXTRAÑO DE UNA PIEDRA BLANCA 
      Y PESADA: EL BARIO 
Desde los tiempos más antiguos, 
      el hombre que relacionaba los minerales oscuros con el hierro y con el plomo, 
      automáticamente los definía como pesados. Sin embargo, había una excepción, 
      siempre le había llamado la atención, la existencia de uno también pesado 
      pero blanco, que no tenía en cambio ningún parecido con otros (la magnesia 
      era ligera). Por este motivo lo llamó ESPATO PESADO. Los espatos, 
      del alemán SPAT, espada, se aplicaban no sólo a aquellos minerales 
      que cristalizaban en forma de láminas planas, sino a  todos los que se aislaban en bloques, y por 
      lo tanto se podían transportar fácilmente.
Este ESPATO PESADO no hubiera 
      sido importante, si no hubiera sido calentado con carbón por un zapatero 
      de Bolonia, Casciorolus, muy aficionado a la alquimia, quizá con el convencimiento 
      que podría darle más calor. Lo sorprendente fue que obtuvo un producto que 
      se iluminaba en la oscuridad. Fue llamado: PIEDRA DE BOLONIA, producto 
      comercializado y casi milagroso que invade el mercado europeo en la primera 
      mitad del siglo XVII, precediendo al fósforo, que lo sustituirá y lo relegará 
      al olvido 
      
      [5] 
      
      . Ahora bien, pasa un siglo y en las investigaciones 
      que Scheele realiza en 1774 con la piedra parda, a partir de la cual obtiene 
      el manganeso, surge un residuo de ESPATO PESADO 
      
      [6] 
      
      que debidamente tratado con oleum de vitriolo, 
      forma un depósito blanco anormalmente pesado 
      
      [7] 
      
      . El ESPATO PESADO vuelve a ponerse de moda 
      con el nombre de BAROTO, puesto por el colaborador de Lavoisier, 
      Guyton de Morveau, del griego BAROS (βαρός), 
      pesado, apareciendo catalogado en la relación de sustancias simples de Lavoisier 
      de 1789, como BARITA o TIERRA PESADA, basándose en el nombre 
      propuesto por el irlandés Kirwan, de BARYTES.
Todas las sustancias simples de 
      Lavoisier, fueron tratadas electrolíticamente por Davy, a fin de comprobar 
      la imposibilidad de su descomposición, y  
      en caso contrario reclasificarlas. Pues en ella, en 1808 aísla un 
      nuevo elemento responsable de la extremada gravidez del compuesto, por ello 
      lo llama BARIUM que producirá las denominaciones del metal en todos 
      los idiomas.
BARIUM deriva de BARITA o BARYTES 
      (actualmente BARITINA), ésta de BAROTO y todo del griego BAROS  
      
      [8] 
      
      . 
Al mismo tiempo que Davy empleaba 
      el método electrolítico para descomponer la barita, un mineralogista inglés, 
      de Cambridge, Eduardo Daniel Clarke, lo hace con el calor producido por 
      una corriente de hidrógeno y oxígeno en la misma proporción en la que formarían 
      agua. Por ello, en 1819, propone el nombre de PLUTONIUM, dios de 
      los infiernos (relacionado por lo tanto con el calor) en lugar de BARIUM, 
      para el metal de la BARITA 
      
      [9] 
      
      . Naturalmente este hecho no pasa de ser una curiosidad, 
      que sólo consiguió que en los textos de química escritos por aquellas fechas, 
      como el del prof Thomas Thomson ASystem of Chemistry@, apareciera como una novedad.
)Por qué era tan pesada la BARITA?
     Ese 
      compuesto no sólo es pesado por contener un elemento de número atómico elevado 
      (Ba) y por lo tanto de alta masa atómica, sino en función de la cristalización 
      y empaquetamiento de los iones sulfato y bario. El cristal presenta un índice 
      de coordinación 12 para el bario y 4 para el sulfato, por lo que en cada 
      unidad cristalina va a haber nada menor que 12 iones bario, con lo que el 
      peso de cada unidad deberá ser grande.
)Por qué es blanca?
El sulfato bárico es una estructura 
      de tipo iónico, en la cual el anión sulfato (SO42-) 
      actúa proporcionando una unión iónica, con la energía de red relativamente 
      alta
      
      [10]
      
      , con el ion Ba2+; todo ello hace que 
      pese al elevado volumen de los iones, presente un color blanco.
[1] Así fueron consideradas en el Traité Élémentaire de Chimie, de Lavoisier
        
        [2]
        
           Antes de utilizar este procedimiento, quiso hacerlo 
        directamente empleando el potasio obtenido antes, como reductor, sin éxito. 
        Así lo explica: "Calenté potasio en contacto con cal, barita, 
        estronciana y  magnesia secas y 
        puras, en tubos de vidrio cilíndricos, pero al verme obligado a emplear 
        cantidades muy pequeñas y no poder elevar la temperatura hasta la ignición 
        sin fundir el vidrio, no obtuve por este camino ningún resultado".
        
        [3]
        
           Curiosamente, no tomó como en los otros metales que 
        obtuvo, el nombre inglés de la materia prima; lime (cal en inglés), sino 
        el latino. El origen del lime inglés es bastante complicado. Está atestiguado 
        desde el 700 d .C., pero también aparece como lim y  lym, al igual que en viejo noruego y en danés, 
        con la idea de latín limus, que hace el limo, lodo hispano. Lo que ocurre 
        es que antiguamente se empleaba este barro, para pegar como si fuera cemento 
        o mortero, por eso la raíz indoeuropea *lei, tiene ese significado.
 
        
        [4] 
        
             En esta carta reconoce 
        el papel de Berzelius y Pontin en su descubrimiento: "Desde que 
        me vi favorecido con sus escritos he hecho nuevas y más satisfactorias 
        tentativas y combinando su ingeniosa manera de operar con las que yo había 
        empleado anteriormente,  conseguí 
        obtener cantidades de amalgama suficientes para la destilación. Al calor 
        rojo, el mercurio se separa de la amalgama y quedan libres las bases. 
        Los metales de la estronciana, la barita y la magnesia son todos los que 
        he experimentado por este conducto, pero no dudo  
        que las otras tierras proporcionarán resultados semejantes".
        
        [5]
        
            Sería llamado posteriormente el fósforo boloniano, 
        siendo considerado un secreto su preparación, como diría Priestley en 
        1772,en su "History and Present State of Descoveries Relating 
        to Visión, Ligth and Colours":"…el mejor método para prepararla 
        fue mantenido en secreto por la familia Zagoniana cuyos miembros han muerto 
        todos sin revelarlo". Vemos como se repite la historia del fósforo.
        
        [6]
        
          Scheele redujo el sulfato a sulfuro, calentando el 
        espato pesado con carbón vegetal en polvo y miel. Desplazó el sulfuro 
        con ácido clorhídrico, precipitando el carbonato de bario, al tratarlo 
        con  exceso de carbonato potásico.
        
        [7]
        
          En carta de 28/02/1774, dirigida a Gahn, se expresa 
        así: ")No ha visto V. 
        señor, algunos cristales espáticos blancos sobre el braustein, especialmente 
        en algunas muestras? Se les puede tomar, aunque 
        indebidamente por yeso o calcita. Esta es la misma tierra nueva combinada 
        con ácido sulfúrico. Estoy ansioso por saber con qué  clase de nombre querrá el profesor Bergman bautizar 
        esta tierra. Él cree que ha de haber rocas que contengan gran cantidad 
        de esta tierra.". Unos meses después envió a Gahn unos cristales 
        que al analizarlos determinó que tenían la misma composición que la piedra 
        de Bolonia; sería lo que posteriormente determinaría Davy, y que ahora 
        conocemos como sulfato de barium.
 
        
        [8] 
        
          El βαρύς, 
        griego, así como el gravis latino, incluyendo el greu rumano, el zriny 
        eslavo antiguo, el kaurus gótico, el sánscrito guru, o el avéstico gouru, 
        con dicho significado, tienen la misma raíz: la indoeuropea *gwru 
        , que también engendrará el latino brutus, y el irlandés medio bruth; 
        raíces remotas de los  términos 
        de gravedad  y  gravidez entre otros.
 
        
        [9] 
        
           Clarke mantenía que el nombre de barium para el metal, 
        era incorrecto, pues su densidad sólo era 4 veces superior a la del agua, 
        y por lo tanto muy inferior a la de otros muchos metales.
 
        
        [10] 
        
         La energía de red, 
        depende de la carga iónica y de la constante de Madelung (nombre propuesto 
        por Sherman en 1932, en honor de Madelung, que en 1918, introdujo el concepto 
        de energía reticular), que a su vez es una función del índice de coordinación 
        (en este caso, alto), y es inversamente proporcional a la distancia interiónica, 
        que es bastante grande pues se trata de iones voluminosos. También depende 
        en menor grado del llamado exponente de Born de valor elevado, para dichas 
        estructuras atómicas con muchos electrones, pero que influye poco al pertenecer 
        a un término adicional y encontrarse en el denominador.