ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Y LA QUÍMICA
EL PLOMO: UN METAL
CON MUCHO RUIDO
Cualquier estudiante ha escuchado en Lisboa,
muchas veces: "vas a CHUMBAR" (suspender un examen, caer
en una prueba) y en Madrid: "Ese tío es un PLOMO" o "Cayó como un PLOMO". )Cómo es posible que existan dos
palabras tan diferentes para el mismo elemento y representando la misma
idea? )Cómo el PLOMO, en portugués
CHUMBO, es tan diferente de las demás denominaciones de los países
latinos? )Cómo el plomo, en inglés LEAD, no tiene
relación aparente alguna con el alemán BLEI? Las confusiones lingüísticas
en el plomo surgen por su parecido con el estaño en algunas propiedades.
Ambos tienen un punto de fusión bajo, por lo que su metalurgia es parecida,
son blandos y por lo tanto, tienen aplicaciones comunes y diferenciantes
respecto a los otros metales conocidos por los pueblos antiguos: sólo ellos
se empleaban para hacer utensilios de cocina (platos) y podían ser grabados,
confeccionándose tablillas de escritura. Por ello es normal que se confundan
y que se identifiquen con un mismo metal. Sin embargo hay varias diferencias
claras: sus densidades y color, así como la capacidad del estaño de producir
aleaciones relucientes. Este es el origen de las ideas erróneas que han
permitido "bautizar" equivocadamente a estos elementos.
Los primeros nombres
El plomo
es el cuarto metal conocido después del oro, la plata y el cobre. Una estatuilla
de plomo expuesta en el museo británico está datada en el tercer milenio
antes de Cristo. Los egipcios lo usaron desde tiempos predinásticos, con
el nombre de THAT y lo extraían del yacimiento de Gebel Rasas. Precisamente
en lenguas semíticas RÄSAS significaba plomo, derivado del persa
RAÔ}Ô. En Babilonia se empleó para impermeabilizar
las terrazas de los jardines colgantes, y los romanos iniciaron su uso en
las conducciones de agua. En los libros bíblicos se menciona con el nombre
de BADIL o BEDIL
[1] .
Homero lo llama MOLIBDOS, antes en micénico era MO-RI-WO-DO.
Como su punto de fusión es bajo (328ºC), era fácil de reducir de sus minerales,
principalmente de la galena (sulfuro de plomo), calentándola al aire (no
excesivo), y después reduciéndola con carbón vegetal. Así fluía rápidamente
el metal por entre las escorias.
En indoeuropeo existe la voz MOLDWIS,
para significar blando, de la cual derivarán el sánscrito MRDUH,
blando, el griego AMALDOU y AMALDOS, que pierden la a inicial;
el islandés antiguo MILDR, el
irlandés MELDACH, el galés MEDDAL, así como el eslavo MLADU
y el viejo prusiano MALDAY. En latín
también lo tenemos como MOLLIS, blando que producirán el portugués
MOLE, el italiano MOLLE, el rumano MOALE en ese sentido.
Derivando la blandura hasta la elasticidad, originará el español MUELLE. Parece que una característica física de ese
metal que lo va a diferenciar de los otros metales va a llamar la atención
del hombre. Era el único metal blando en aquella época.
El
origen de los nombres europeos
Plinio lo introduce en el mundo latino con el nombre
PLUMBUM NIGRUM, diferenciándolo del PLUMBUM ALBUM, que sería
el estaño. Después pierde el adjetivo hasta PLUMBUM. Del PLUMBUM,
derivará el PLOMO español, el PIOMBO italiano, el PLOMB
francés y el PLUMB rumano. También tenemos la misma derivación en
el británico PLOUM, y en el galés PLWM.
)Cuál es el origen del plumbum?
Lógicamente, cabría pensar que puesto que la mayoría del plomo empleado
por los romanos procedía de España, tuviera su origen en la misma o en una
voz generada en las lenguas primitivas, basada en alguna propiedad característica.
El plomo, aunque es tan denso como el oro, es mucho más abundante y barato,
por eso se empleó desde los tiempos más antiguos para medir la verticalidad
y la profundidad en pozos y aguas. No es de extrañar por lo tanto que muchos
lingüistas le atribuyan un origen onomatopéyico. Plumbum sería una voz que
imitaría el sonido de un cuerpo pesado al caer. Por otra parte, debido a
su densidad y resistencia a la corrosión, se usó como plomada para dirigir
la verticalidad y como sonda para
averiguar la profundidad del fondo marino y evitar que encallaran los barcos.
)Y qué sonido hace un cuerpo al
caer al agua? (( Plof!! o (( Plod !! Pues bien, el alemán LOT,
significa echar una sonda al agua (una cuerda con un plomo al final), y
en bajo alemán al plomo se le denomina LOD. En viejo frisano es LAD,
en holandés de LOOD y en viejo inglés LEAD, tal como su actual
nombre en inglés.
Siguiendo la línea onomatopéyica,
es natural que generemos un sonido adaptado a nuestra garganta, que explique
la caída de un cuerpo.
)Cómo se explicaría el BLEI alemán y el BLY escandinavo
y danés? ¿Derivarían del viejo germánico
BLI o BLIO, máxime teniendo en cuenta que en su época primitiva
el plomo era LOD? La explicación está en una reminiscencia alquimista
La alquimia relacionaba cada elemento
con un astro, en función de sus propiedades. Precisamente el primer símbolo
del metal fue la guadaña, símbolo a su vez de Cronos (Saturno). Por otra
parte, el plomo era un metal pesado por su densidad y que por
lo tanto debía moverse más lentamente (Qué más normal que asociarlo al
planeta que describía sus órbitas
más lentamente. Este planeta es Saturno, y Saturno en alemán es blei; por
eso el plomo es blei. Con esta idea surge
en euskera, en la que el plomo es BERUN
[2]
.
Existe una más que posible relación con el BHLEI indoeuropeo, con
el significado de brillante, padre del FLEGO griego (φλέγω),
en español FULGOR, sin embargo ha de tenerse en cuenta que ni Saturno es especialmente brillante, ni
el plomo destaca por ello. También en lenguas
antiguas, como el semita y el sirio antiguo, la idea de algo que brilla
era respectivamente BILIC y BELAS. Luz era BIRIQ; lo
que da luz, BERAQ y brillar, BERANAS. Sólo podría ser considerado
así si se confundiera con el estaño, como se ha visto en el trabajo anterior.
El plomo tal como el estaño, sirvió
al hombre para hacer platos para
comer, que eran fáciles de moldear y por su cómoda fusión se arreglaban
sin esfuerzo cuando se deterioraban, por eso aparece en viejo germánico
el BLEH y BLECH, aplicado al estaño en la idea de plato de
metal, que daría el danés BLICK y el sueco BLECK
[3]
. Sin embargo
la voz danesa BLIK, el viejo noruego BLIK y el viejo
inglés BLICAN, significan a su vez; brillante y resplandeciente.
)Qué plato era brillante? Sencillamente el confeccionado de lata, esto
es, una aleación del estaño, pero que no contiene plomo. Si esto fuera poco,
tenemos que plato en lituano es BLIèDAS, en letón BL=NODAS, mientras que en ruso y checoslovaco
es BLJUDO. Los platos como su propio nombre indica, son planos, y
también tenemos que la raíz BHEL (hoja o lámina), va a proporcionar
el viejo noruego BLAD, el gaélico BILE, el irlandés BILLEOC, y el viejo inglés BLOED, padre del actual
BLADE, y el plomo se reduce fácilmente a láminas; también tiene una
estructura cúbica centrada en las caras. Observamos toda una serie de ideas
relacionadas, que en diferentes lenguas conservan la misma raíz.
El BLI/ BLIO/ BLEI
germánico, podría derivar también del BLYWAS lituano (violeta, colorado)
La idea del color es importante, dado que el plomo era también el único
metal cuyo color era diferente a los demás; presenta un corte gris azulado.
En viejo alto germánico BLIO hacía
referencia a un metal azul. En viejo inglés era BLOEWA. Azul en sueco
es BLÅ.
Por otra parte el plomo se conecta
permanentemente con la idea de blando que en viejo noruego es BLAUTR, en danés BLØD, en sueco
BLÖT, en galés BLYDD, en rumano BLINID y en latín,
BLANDUS. En griego existe el término FLUDAO (φλυδάω)
aplicado al mismo concepto. )Cuál de las tres ideas parece la
más correcta para justificar el BLEI alemán? Si seguimos la trayectoria
más general; esto es su carácter blando, escogeríamos ésta última, derivando
el nombre del planeta, del metal, y no éste, de Saturno. Sin embargo si
observamos el término plomo en otras lenguas, tendremos que elegir los aspectos
que no son propios de él sino del estaño: el brillo y resplandor.
Plomo es SVINAS y SVINS
en lituano y letón respectivamente y tanto éstos como el ruso SVINEC, derivarían del sánscrito
SISA y avéstico SRVA (brillante). También aparece aquí la
idea de brillante, que en lituano es SVIESUS, en checoslovaco SVETILU,
en serbocroata SVIJETAV, en bohemio SVETLY, en polaco SVIETNY
y en ruso SVETLYJ. Igualmente en esta denominación del plomo, tenemos
un paralelismo a la idea anterior, ya que algo que da luz es en ruso SVECA,
en bohemio SVICE, en letón SVECE y en lituano ZVAKE.
En esta lengua, estrella es ZVAIGZDÉ. Estos términos aparecen también
en la denominación sideral del hierro, )Será posible una confusión hierro/plomo a través del concepto de metal?
Debemos tener en cuenta que el plomo en el concepto de metal/color que aparece
en avéstico y en sánscrito, se cataloga dentro de los metales negros, tal
como el hierro.
Confundiéndose con el estaño, tal
como hizo Plinio, tenemos el viejo prusiano ALWIS,
el polaco OLOW, el checoslovaco, bohemio y serbocroata OLOVO;
en ruso OLOVO es estaño. Aquí la idea progenitora parece diferente,
dado que el sufijo OVO/ OWO es característico de color.
La confusión estaño/plomo también
surge en el árabe, en el que aparece para el plomo la voz QALATUM,
derivada de CALAY, denominación aplicada al estaño a partir de su
país y puerto de exportación; QUALAH, en Malaca. En esta lengua,
el plomo deriva del BADIL mesopotámico, pero con una metátesis entre
las consonantes D y L, así es BALIDUM, y también FADINUM.
Los alquimistas árabes, fundamentalmente Geber , denominan al plomo USRUB.
En celta existía la denominación
LUAIDE, que producirá el plomo en irlandés LUAIDE,
y en norirlandés LUAIDHE. Esta raíz parece emparentada con la propiedad
de su bajo punto de fusión, dado que LOT es soldar.
En japonés es NAMARI, mientras
que en chino es YEN, CH=IEN o YUAN, con la idea de algo
que se emplea para dibujar (debido al error grafito, plombagina, ya mencionado).
)Existe alguna relación entre las voces primitivas BADIL hebreo y MOLDWIS indoeuropeo con el PLUMBUM latino, para aceptar otra teoría que no fuera la onomatopéyica. Quizá sea mejor fijarnos en el griego molibdos derivado directo del indoeuropeo. En los alfabetos primitivos tenían muy poca importancia las vocales que cambiaban y se distorsionaban según el uso de la lengua, así como determinadas consonantes cuyo sonido se sustituía según la dificultad de pronunciación. El BADIL hebreo tiene 3 consonantes del MOLIBDOS griego, pero con diferente orden. Sólo se podría relacionar a través de una transformación:
BADIL = BODILIMO = BOLIMOS =
MOLIBOS = MOLIBDOS
realmente bastante difícil o poco
probable. Al no existir fuentes intermedias o palabras relacionadas que
avalen los estados de transformación no se puede probar. La transformación
de MOLIBDOS en PLUMBUM, aparentemente absurda, se podría considerar
sin embargo, a través de los siguientes pasos:
a) Cambio de b por p en MOLIBDOS hasta MOLIPDOS. Normal
en el idioma. Las dos son labiales
b) Transformación de la primera vocal a hasta u, quedando MULIPDOS.
c) Pérdida de la i de MULIPDOS hasta MULPDOS
d) Inversión silábica de MULP a PLUM.
)Existen pruebas lingüísticas que
avalen la propuesta de transformación? La única que puede tener cierta relación
con dicha transformación, es que hace referencia al plomo en las lenguas dorias, en cierto modo
precursoras del griego en su derivación indoeuropea.
Se le conocía como BOLIMOS (βoλιμoς) lo que tuvo que dar MOLIBDOS, ello supuso
una permutación silábica. Así
el griego MOLIBDOS (μόλ'βδoς),
procede de MOLIBOS (μόλιβoς), y éste
del dorio BOLIMOS (βoλιμoς). Todo ello perfectamente
atestiguado, es más; BOLIMARIOS
(βoλιμάριoς) es plomero. Curiosamente
BOLIS (βoλις) tiene como segunda acepción,
sonda, y BOLIZO (βoλιξω) según Eustathius,
implicaba la acción de lanzar una sonda al mar. Pero BOLE (βoλή)
significa brillo, destello, resplandor, y BOLIS (βoλις),
en su primera acepción es destello, relámpago. Es más, BOLOS (βäλoς) significa césped,
campo, relacionado con Cronos, el dios de la agricultura, asimilado al plomo.
Vemos como en griego aparecen sinónimos con significados que en otras
lenguas darán acepciones diferentes del plomo. )Es mera casualidad? No; simplemente
avala la confusión de emplear en indoeuropeo un nombre común para metales
diferentes, con distintas aplicaciones.
En todo caso la versión onomatopéyica
aporta mayor número de pruebas y relaciones, aunque sea menos elegante desde
el punto de vista lingüístico.
Fundamentos
químicos que pudieran motivar sus nombres
Siempre existió la creencia de
considerar al plomo como un metal
de gran densidad, y por lo tanto de notable pesantez, y por ello se empleó
para medir la verticalidad, y como sonda atada a una maroma para calcular
las profundidades. Sin embargo la densidad del plomo no es mayor que la
del oro, que tiene su misma estructura metálica, esto es, una red cúbica
centrada en las caras y por lo tanto compacta,
con 6 átomos en los centros de las caras y 8 en los vértices, lo que hace
que por celda cúbica unitaria existan 4 átomos de plomo. Si se conoce la
arista de la celda cúbica, se puede determinar la densidad. Naturalmente
el plomo era mucho más barato que el oro, y por lo tanto siempre sería más
económico emplearlo en estos menesteres.
Sin embargo lo que más llamó la
atención fue que era un metal blando, lo que implicaría algunas de sus acepciones.
)Cómo era posible que el plomo,
un metal tan denso, fuera blando?
Una red cúbica centrada en las
caras, implica un gran número de planos de deslizamiento, y al tener todos
los átomos inmersos en la red el mismo tamaño, le dan características de gran maleabilidad y ductilidad como el oro.
Sin embargo, mientras que en éste la arista es de 2,88 Å, en el caso del
plomo es de 3,49 Å; al existir una mayor separación, la fuerza de interacción
es menor, lo que hace que sea blando y la libertad de los electrones mayor,
por lo que pueden absorber superiores frecuencias luminosas, lo que hace
que sea oscuro. Esta mayor separación será también la causante de su bajo
punto de fusión, que justificará múltiples aplicaciones.
[1]
En algunos libros bíblicos (Ezequiel), se confunde
con el estaño, recibiendo éste el
nombre de B=DIL. En el libro
de Salomón se menciona como TOU
[2]
En euskera el término
berant y belu significa pesado, lento, posiblemente emparentado con el
uraloaltaico perä, parado, pero no debemos olvidar que la raíz semítica
ber* se relaciona con lo brillante y luminoso tal como se estudió en la
plata.
[3]
Motivo de
numerosos envenamientos por saturnismo.